La tala masiva de los árboles puede ser causa de la erosión del suelo porque las aguas, sin la vegetación que actúa como freno, escurren con rapidez y violencia hacia torrentes y ríos y sus corrientes arrastran rocas y tierras.
Sin árboles no hay raíces que ayuden a fijar el suelo, ni ramas que frenen la fuerza erosiva de las gotas de lluvia. Sin árboles, también desaparecen otras plantas y animales que tienen el bosque en su hábitat.
Además, todo ello provoca una disminuicion de la humedad y de las aguas subterráneas, y a la larga un descenso en la cantidad de lluvias. Estos cambios en el clima provocan la desertizacion del paisaje.
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